Había sido declarada "Tesoro humano vivo" por la Unesco
La reconocida hacedora cultural purmamarqueña, Barbarita Cruz, quien fue declarada “tesoro humano vivo” por la Unesco, murió ayer a los 93 años y sus restos eran velados en la capital jujeña.
Maestra, oyera, pintora, escritora y coplera, Cruz dedicó su vida al arte y a la enseñanza, y como una mujer transgresora y revolucionaria para su época se convirtió en uno de los mayores íconos de la cultura de la Quebrada de Humahuaca.
Durante muchos años se dedicó a enseñar a modelar con arcilla a los jóvenes y niños del pueblo, considerando que el arte es el modo de expresión más puro del ser humano y una herramienta fundamental para poder difundir y preservar la cultura.
Desde pequeña se enamoró del canto con caja y su incursión en la música y en la composición de innumerables coplas la convirtió en una referente y símbolo de este canto ancestral y coya, revelador de la filosofía de los pueblos.
Además, fue musa inspiradora de numerosos poetas y compositores, como del jujeño Alejandro Carrizo, quien es autor de la zamba “Jujuy Mujer”, que con música del tucumano Néstor Soria, recuerda a la purmamarqueña.
“Volveré a Jujuy una tarde de éstas, vidaleando olvidos, bagualeando penas, subiré por Yala, monteando en silencio pa’ volverme runa golpeando los cueros. Fiera la distancia, Barbarita Cruz, sola en Purmamarca”, dice la letra de la reconocida zamba.
Dicha composición da pie al título “Sola en Purmamarca”, película de Carolina Zarzoso Paoloni que con 91 años protagonizó Barbarita y que rescata su historia de vida, exponiendo su ejemplar y conmovedora lucha por sus pasiones, sueños y proyectos, según destacó la directora del filme.